Descripción
Presentación a la edición mexicana
Cuando reflexionamos acerca del derecho penal, siempre nos encontramos de cara con temas como la violencia, la muerte, el luto, el miedo, entre otros más, que nos llevan a afirmar la paradoja misma que implica dicha materia, es decir, la de responder a la violencia con violencia, para el caso, entendida como “institucionalizada”.
He sostenido en algunos trabajos que la exigencia de castigo por parte de la sociedad no se deriva de que se tenga la sensación de miedo, de castigo a los culpables o dolor ante la lesión del orden social. En realidad la intervención punitiva del grupo sociedad no es más que el miedo a caer en la “tentación” de transgredir el tabú, sus integrantes se encuentran seriamente amenazados, por lo tanto se apresuran a castigar. Al respecto, Freud menciona en Tótem y tabú que:
El tabú [delito] se manifiesta esencialmente en prohibiciones y restricciones […] el hombre que ha infringido un tabú se hace tabú, a su vez, porque posee la facultad peligrosa de incitar a los demás a seguir su ejemplo. Resulta, pues, realmente contagioso, por cuánto dicho ejemplo impulsa a la imitación, y, por lo tanto, debe ser evitado a su vez…
El temor público, que no es otra cosa que la “psicosis” colectiva que se crea en torno al sentimiento de inseguridad reinante en el lugar, es lo que traerá como consecuencia que el peligro se vea como un espejismo, es decir, el delito y sus causas se verán en cualquier lugar donde queramos verlo. El sentimiento de seguridad se ha perdido y el Estado ya no puede hacer nada para evitarlo; es la materia prima en los llamados casos mediáticos, denominados así dada la importancia que los medios de comunicación les conceden.
Entonces se trata de crear un instrumento que tenga como objetivo facilitar la convivencia social, lo que pretende cumplir mediante la protección de bienes jurídicos previamente establecidos por la sociedad, ya sea castigando la comisión de un delito, o bien, previniéndole, lo cual logra mediante las normas jurídico-penales.